Recuerda que tanto tú como las demás personas con las que te relacionas, en esencia,  sois una chispa de la de energía creadora, habitando un cuerpo como vehículo  para vivir una experiencia humana.

Y...

Antes de reencarnar escogisteis a los que serían vuestros padres y a un alma que ya había habitado otros cuerpos en vidas pasadas y un propósito que alcanzar con vuestros dones y talentos que podríais desarrollar.

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Y me gustaría recordarte o hacerte tomar consciencia de que el alma contiene la energía de las emociones y sentimientos que ha experimentado en otras vidas tanto los alegres como los dolorosos y parece ser que estamos aquí para repetir experiencias agradables, crear de nuevas y cómo reto acabar con las desagradables que se repiten por atraerlas gracias a la vibración invisible que emiten y así poder verdaderamente evolucionar como especie y gracias a ello los descendientes de tu clan  ya no repetirá el mismo tipo de experiencias dolorosas.

También parece ser que escogemos al grupo de almas con las que nos vamos a relacionar en esta vida.

Y a unos los escogimos para:

Nuestra evolución:

Tanto si te gusta o te molesta que te den consejos deberías tener esto en cuenta que lo importante es que todos estamos aquí viviendo experiencias para nuestra evolución y disfrutar apreciando todo lo bueno que poseemos y no para perder el tiempo enfadados, frustrados, haciendo daño a otros o involucionando.

Siendo consciente de todo esto podemos entender que a todos nos gusta dar consejos pero creo que a todos nos molesta que nos los den cuando NO los pedimos.

Un mundo de infinitas posibilidades:

Si somos chispas de energía creadora viviendo una experiencia física ante un mundo de infinitas posibilidades con libre albedrío, cuando ya somos adultos debemos ser nosotros los que escojamos a nuestros consejeros y respetar las decisiones de otros ya que no sabemos qué es lo que las demás personas escogieron venir a experimentar en esta vida para su evolución y al no saberlo, no sabemos qué es lo mejor para ellos.

Y...

No hay que temer por los errores que podamos cometer ni por los errores que puedan cometer nuestros seres queridos ya que en realidad, todo error encierra una lección de vida que indudablemente será de ayuda en un futuro.

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Cuando somos padres, sentimos una gran responsabilidad y nos esforzamos en darles los consejos que nos dieron a nosotros y a partir de la adolescencia comienzan a reírse de nuestros consejos o hacen todo lo contrario a  lo que les aconsejamos y nos cuestionan o critican mil y una de las cosas  que hacemos lo que  inevitablemente nos saca de nuestras casillas.

Pero...

Si te paras a pensar...

• ¿Es cierto que todos los consejos que nos dieron a nosotros nos ayudaron a vivir felices?
• Es cierto que todos los frenos que nos pusieron nos permitieron ser personas más seguras, equilibradas e independientes?
• Es cierto que toda la creatividad que nos reprimieron nos ha permitido ser personas más confiables y grandes expertos?
• ¿Es cierto que ellos no se están formando o relacionando con personas que han atraído por la energía que emiten los mandatos de su alma y la voz de su corazón?
• ¿No será cierto que tenemos un comportamiento que necesita mejoras?
• ¿No será cierto que nuestros hijos nos escogieron para que les ayudáramos a evolucionar y también para sanar y trascender el daño que llevan las almas de nuestro clan?

Tanto si te gusta o te molesta que te den consejos deberías tener esto en cuenta que  la mente de un niño desde que nace hasta alrededor de los 7 años, no tiene la capacidad de filtrar lo que es bueno o es malo, todo lo que ve, lo que oye, ve y siente por las vibraciones que le llegan, especialmente de los sentimientos que experimenta su madre o la persona que ejerce ese rol, le queda grabado como combustible que le permitirá actuar de cierto modo en el futuro.

Es por ello que como adultos, debemos hacernos 100% responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones siempre y muy especialmente cuando estamos en presencia de niños, ya que serán los adultos del mañana.

Entonces, los primeros años de vida, un niño es una esponja de información sin filtros y deberíamos prestarles mucha atención y dejarles expresar su esencia, no reprimírsela y sobre todo respetar su individualidad.

En mi opinión, a los niños hay que demostrarles todo el afecto que sentimos por ellos y conseguir que tengan todas sus necesidades básicas cubiertas como es el que pueda dormir de forma confortable, comer, lavarse, etc... y protegerlo y mostrarle como protegerse de posibles daños.

Pero...

Respecto a los consejos, deberíamos darle sólo, los que verdaderamente sabemos que necesita.

Por lo demás, es muy importante, apoyarle en sus tropiezos sin hacer ningún drama, si no todo lo contrario,  ayudarle a crecer, enseñándole que la vida es como un juego dónde hay que superar pruebas y obstáculos por lo que es necesario celebrar cada uno de sus logros e invitarle a aprender de sus fallos y a seguir mejorando en beneficio de su propio desarrollo.

Hay estudios que demuestran que en esta primera etapa de vida es cuando un niño expresa de forma clara los dones que escogió para cumplir con su misión de vida y alcanzar su propósito. 

Es por ello que deberíamos observar sus preferencias en juegos y actividades,  respetarlos y apoyarle facilitando que desarrolle sus dones y talentos.

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Yo no se tú, pero yo cada día recibo mensajes masivos con consejos que reclaman mi atención, ya sea por correo, aplicaciones móviles como WhatsApp y  Telegram o a través de las redes sociales y mi mejor consejo que siento que debería darte es que escuches a la voz de tu alma y a los dictados de tu corazón para que te indique si tomas acción en verlos o leerlos, te va a traer un beneficio o todo lo contrario, te va hacer perder un tiempo precioso o ponerte en mala vibración por su desagradable información.

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En resumen,

Si todos somos chispas de energía creadora que está viviendo una experiencia humana con el  propósito de mejorar como especie y ofrecer nuestros dones y talentos para que beneficien de algún modo a otros seres, debemos escuchar a la voz de nuestra alma, actuando según nos dicte a través de la vibración que emite al llegarle al corazón sus buenas o malas sensaciones.

Entonces, cuando actuamos siguiendo la voz de nuestra alma y no la de nuestra mente que siempre nos quiere proteger haciéndonos sentir miedos infundados porqué ella está programada para protegernos de todo lo que sea desconocido, es cuando progresamos adecuadamente, aunque sea aprendiendo de un error para seguir avanzando.

Y si todos hemos venido a ser maestros de unos y aprendices de otros, vamos a escucharla a la hora de dar o pedir consejos.

Es decir, tanto si te gusta o te molesta que te den consejos deberías tener esto en cuenta que lo ideal es dar consejos cuando nos los pidan y cuando la voz de nuestra alma nos indique que es importante hacerlo,  pero jamás porque te sientas superior a nadie o porque  pienses que sabes lo que es bueno para otros ya que en realidad, tú no sabes cuales son las pruebas que las demás personas han venido a superar en esta vida.

El mejor consejero es nuestra alma que envía vibraciones al corazón para que podamos atraer a nuestros mejores consejeros.

Y si alguien te da un consejo sin tu permiso, agradéceselo por mucho que te pese y piensa si es posible que te pueda servir, ya que si te lo da, quizás tu vibración, lo estaba reclamando.

Para finalizar te invito a dejarme un comentario sobre este tema y a que compartas este artículo si sientes que puede ser interesante para alguien más.

Ya sabes que yo creo en ti porque sé quien eres en esencia y quiero pensar que estás aquí porque estás preparada para tener estos consejos en cuenta.

Yo por hoy ya me despido y te espero  en el siguiente artículo.

¡Saludos!

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